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Hoy vamos a explicar cómo poder disfrutar mucho más de un vino sirviéndolo en las condiciones adecuadas. Para ello, un factor muy importante es la temperatura, siendo lo fundamental en una degustación. Servir un vino demasiado frío, pongamos el caso de un vino blanco o un vino espumoso hace que los aromas no se expresen al 100%, y en el caso de un vino tino resulte más complicado de beber. Por el caso contrario, una temperatura muy elevada provoca una sensación de alcohol mucho mayor en los vinos tintos, y en los vinos blancos o vinos espumosos pierde toda su elegancia.
Por lo que estamos hablando, vemos que la percepción sensorial es importante, ya que cambia mucho dependiendo del modo en el que las degustemos. Sin ir más lejos, podemos comprobarlo con otras bebidas, si cogen un refresco de cola y está a temperatura ambiente, percibiremos un sabor más dulce y empalagoso, por el contrario, al enfriarlo notaremos la diferencia de la burbuja, siendo esta mucho más presente en boca y su carácter refrescante aumenta.
Si hablamos de tópicos, rápidamente todos diríamos que el vino blanco ha de servirse frio y el vino tinto tiene que estar caliente, pero la realidad es mucho más compleja de lo que creemos. Tenemos que conocer el vino que deseamos catar, y en función de ello servirlo a la temperatura adecuada. En este pequeño croquis resumimos las temperaturas más recomendables:
Por encima de 20ºC: No ha de servirse ningún vino a esta temperatura, ya que las características sensoriales se verán afectadas negativamente.
Temperatura Ambiente: Hay que tener cuidado con este término, ya que puede llevar a error, no es lo mismo la temperatura ambiente en verano que en invierno, por lo que en general siempre que hablemos de este término nos estaremos refiriendo a una temperatura entre 17-18ºC. En este punto incluiremos los vinos más intensos y concentrados, como son tintos con mucha crianza.
Por supuesto, esta tabla no son los mandamientos de la temperatura del servicio, y cada persona es libre de disfrutar el vino de acuerdo a los gustos personales. Para estar seguro de la temperatura del vino, lo ideal es utilizar un termómetro, pero también existen trucos para acertar más o menos con la temperatura siendo un poco previsores: en el caso de los vinos blancos se puede sacar el vino del frigorífico antes de la comida para que se vaya templando, y en el caso de los vinos tintos con crianza pueden guardarse en un lugar seco y aireado.
Un Cueva es un vino espumoso de calidad, y que da nombre a la región donde se produce y se elabora, concretamente en Villanueva de Alcardete, en Toledo. Para elaborar el cueva se utiliza el método champenoise ó Método Tradicional. Un espumoso que excede la Calidad Estandar del mercado, según las normas de sus estatutos y auditada por un organismo externo de control.
Bodega pionera en Castilla la Mancha en la elaboración de espumosos desde 1987 y bajo la Marca de Calidad Diferenciada “CUEVA”.El 100% de su actividad está orientada a la elaboración bajo el Método Tradicional de fermentación en botella. Nos encontramos en Villanueva de Alcardete, provincia de Toledo, en plena tierra de Don Quijote de la Mancha y en las proximidades de la Venta de su amada Dulcinea del Toboso.
Estaremos encantado de atender